Mientras escribo esto, ocurre el esperado debut de Tommy Hanson con Bravos de Atlanta. Normalmente estaría más eufórico, como hace una semana con el de Kris Medlen, pero las cosas que rodearon la situación son algo tristes :(
En especial por la forma como se termino la carrera de Tom Glavine en Atlanta. Tengo muy buenos recuerdos de Glavine desde que empece a seguir el béisbol por allá en el 91. Es uno de los responsables por los cuales me gustan los lanzadores zurdos, y en especial, los lanzadores que confían más en su control y la defensa tras ellos que en tratar de ponchar a todos sus rivales (en un poco más (Glavine y Greg Maddux se combinan para más de 650 victorias en 45 temporadas, y solamente una de ellas uno consiguió al menos 200 ponches).
Además, fue en la noche mágica del 28 de octubre de 1995, cuando Glavine lanzo 8 entradas de un hit ante la temible ofensiva de Indios de Cleveland, y Atlanta consiguió su única Serie Mundial en su seguidilla de 14 campeonatos divisionales (1991-2005).
Yo me preguntaba como se podría solucionar el problema de tener a Glavine rehabilitándose, y Tommy Hanson pidiendo espacio en las mayores. Hanson estaba dominando AAA, y merecia el llamado al equipo que luego de un 2008 miserable en el cuerpo de abridores, se encontraba con un ejercito de brazos dispuestos más allá del espacio del roster: Derek Lowe, Javier Vazquez, y Jair Jurjens, con Kenshin Kawakami la cosa es más que todo contractual, a pesar que ha mejorado mucho en sus últimas salidas, y pedían entrar Glavine, Hanson, Mendlen, y quizá Charlie Morton y Jose Campillo, y cada vez más encerrado el antes promisorio Jo-JoReyes. Y entre agosto y septiembre regresa Tim Hudson. La cosa se veía complicada, pero la verdad no esperaba el desenlace.
Jo-Jo perdió el puesto en el equipo, y su situación es complicada. Morton se fue a Pittsburgh por el bate de Nate McLouth (yo me imaginaba que Morton o Reyes se iban por algún bate en los jardines), Medlen fue enviado al bullpen... y Glavine, fue echado...
Me hubiera gustado que la cosa terminara diferente, que al menos Glavine hubiera tenido un partido de despedida. Fue un final muy infeliz para todas las cosas que hizo Tom en Atlanta. Y aunque se que esto es más un negocio, y que de cierta manera hay que dejar a un lado los sentimientos personales, la situación es muy triste...
Pero bueno, ahora hay que seguir, ojala las cosas mejoren, y cuando Tom anuncie su retiro oficial, sea conmemorado con el retiro de su 47 en el uniforme de los Bravos, y que se sienta orgulloso de posar con los colores de Atlanta en su placa del Salón de la fama.
Y ahora, pues esperar que Tommy Hanson se convierta en una realidad, y comience una nueva serie de campeonatos!
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